Secuestro

Un conductor se encuentra en un monumental atasco en las inmediaciones del Senado; no había forma de avanzar. De repente, un policía avisa por el cristal, el conductor baja la ventanilla y pregunta: ¿qué es lo que pasa?

"Unos terroristas han entrado en el Senado, han secuestrado a todos los parlamentarios y han amenazado con que si no se les entrega un rescate de 10 millones de euros, los rociarán con gasolina y los quemarán vivos, así que estamos haciendo una colecta entre los coches que ves en el atasco".

El conductor, echándose la mano al bolsillo, pregunta: ¿Y cuánto viene dando la gente?

A lo que el agente responde: "Pues no se, unos medio litro, otros un litro, lo que puedas".

Todos a la hoguera!!!

ENTRE LOS COCHES

Llega un borracho a un parking y se pone a hacer sus necesidades entre los coches. En esto que aparece un policía y le dice:


-¡Qué está haciendo hombre!. Lo siento por usted pero tendré que dar parte a la policía.

Y en esto que el borracho responde:

- Parte no, désela toda.

El puzzle‏

El novio llama desesperado a su novia:  Cariño, estoy desesperado, he comprado un puzzle, y no encuentro la manera de encajar ni una sola pieza.

Novia - Pero tienes la foto o el dibujo del puzzle en la caja?

Novio- Si, mi amor, es un gallo, pero no hay manera, estoy muy desanimado.

Novia -No te preocupes amor, que ahora voy.

Llega la novia, se sienta en la mesa. Lo mira a él. El la mira a ella.

 Ella lo vuelve a mirar a él.

Novia - Cariño, vamos a hacer una cosa: Volvemos a meter los Corn-Flakes en la caja, y no decimos nada a nadie, vale?

El loro, el mago y el Titanic‏

En la última noche del Titanic, un mago estaba brindando un espectáculo de magia. El mago comenzó su número e hizo desaparecer su sombrero.

En eso un loro, detrás del auditorio, comienza a gritar: ¡¡¡Lo tiene detrás de él, lo tiene detrás de él!!!

El mago, molesto, continúa con su número y hace desaparecer un conejo.

En eso el loro grita: ¡¡¡ Lo tiene debajo de la mesa, lo tiene debajo de la mesa!!!

Y así, durante todo el número, el loro jodió y jodió al pobre mago.

Pero justo después del espectáculo, el crucero choca contra un iceberg y se hunde. El loro y el mago se salvan quedando a la deriva solos en el mismo bote. Pasaron muchos días sin que ninguno se hablara.

De pronto el loro habló y le dijo al mago: Enga ya ioputa, me rindo..., ¿Dónde cojones has metío el barco?