– ¡A mi primero! ¡Yo primero! Porfía el empleado administrativo. Quiero estar de vacaciones en el Caribe y… ¡Puff!… ¡Desaparece! y se encuentra en el Caribe.
Sin salir de su asombro, el vendedor grita:
-¡Ahora a mí!… Quiero estar en Hawai, descansando en la playa con mi masajista personal, con una inagotable provisión de cerveza y con una top model. Y… ¡Puf!… ¡Desaparece! para aparecer en Hawai.
– Bueno, ahora te toca a ti, le dice el Genio al gerente.
– Quiero que esos dos vuelvan a trabajar después del almuerzo!!!
Conclusión: Siempre hay que dejar que el jefe hable el primero